En un contexto internacional marcado por la violencia y los discursos de odio, hubo artistas que se pronunciaron a favor de la diversidad y la inclusión durante la ceremonia.
Ya comenzaron las noches de eventos, donde se premia el cine, la música y las series. Estos premios son vistos por millones de personas en el mundo y, así como pueden contribuir a sostener estereotipos y mandatos, en algunos casos también tienen la capacidad de desafiarlos.
Quisiera resaltar algo muy relevante de los Grammys 2025: la postura que tomaron muchos artistas a la hora de dar sus discursos de aceptación. En general se suele agradecer a directores, productores, agentes, que confiaron en uno y le permitieron avanzar, a la familia y a la pareja que sostienen con amor la entrega que el/la artista hace a su arte. Pero este 2025, en un contexto en el que Trump ha realizado diversas declaraciones violentas y discriminatorias contra distintos grupos en situación de vulnerabilidad, como las personas migrantes, el colectivo LGBT o las mujeres, hay artistas que aprovecharon ese minuto y medio para expresar públicamente su posición al respecto.
Este “animarse a decir” no es lo mismo para una artista latina que para una norteamericana, ni para un artista nuevo que para alguien que ya lleva años en la industria. Lo que cada una/o tiene por ganar o perder depende mucho de las relaciones de poder de la misma industria.
Es por ello que cuando Chappel Roan, que ganó como nueva mejor artista, al subir al escenario instó a los líderes de la industria a ofrecer un salario digno y atención médica a artistas emergentes, puso en juego potenciales oportunidades futuras. Sin embargo, se animó y lo hizo, y lanzó a los pocos días una campaña para generar un fondo para cubrir la salud de los artistas que más lo necesitan. Otros artistas como Charli XCX y Noah Kahan también se sumaron.
Shakira no se quedó atrás, dedicando su premio “a todos mis hermanos y hermanas inmigrantes de este país” y se refirió directamente a su valía: “Ustedes son queridos, ustedes valen y yo siempre lucharé con ustedes”. Sus palabras resonaron especialmente en un momento en que Trump reforzó las políticas de arresto y deportación de inmigrantes sin documentación, en medio de una lluvia de denuncias por el trato inhumano que reciben. Además, tampoco se olvidó de “todas esas mujeres que trabajan muy duro cada día para sacar adelante a sus familias”, a quienes se refirió como las “verdaderas lobas”, visibilizando los desafíos que enfrentan los hogares monomarentales.
Y acá hago la conexión con Docheei, nominada en las categorías de rapp y hip hop, que agradeció a su madre por apoyarla incondicionalmente (Docheei creció en un hogar monomarental). Pero tampoco se olvidó de hacer política: reconoció que ella es la tercera mujer en ganar el premio en Hip Hop, haciendo referencia al poco espacio que tienen las mujeres en la industria, y lanzó un hermoso mensaje de aceptación personal para las niñas: “que no permitan que nadie proyecte estereotipos sobre ellas, que les digan que no pueden llegar hasta aquí, que son demasiado oscuras o que no son lo suficientemente inteligentes o que son demasiado intensas o demasiado ruidosas. Son exactamente como necesitan ser, están justo donde tienen que estar y yo soy un testimonio de ello” resaltó.
Siguiendo con los discursos destinados a visibilizar problemáticas, fue muy importante que tanto Lady Gaga, al recibir su premio, como Chappel Roan, durante una entrevista en la alfombra, se refirieran a las personas trans.
Y quien logró unir todo estos discursos en uno fue la increíble Alicia Keys, demostrando estar 100% comprometida con la transformación cultural que la agenda DEI persigue. En su discurso señaló el poco reconocimiento que tienen las mujeres que producen música y destacó la necesidad de abrir puertas a otras mujeres que no tuvieron las oportunidades o el crédito que merecen. Un dato clave: de todas las personas nominadas, solo el 28% fueron mujeres.
Luego, Keys abordó de manera directa la agenda DEI: declaró que «DEI es un regalo, no una amenaza» y resaltó que no hay que silenciar voces diversas, ya que en la diversidad se cambia el juego y se enriquecen los sonidos. Para cerrar utilizó una referencia muy poderosa: «Cuando voces destructivas intentan quemarnos, nos levantamos de las cenizas como un fénix».