Encuesta nacional del uso del tiempo INDEC 2021
Por Javier Elena
En abril se publicaron los datos preliminares de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo*, realizada por el INDEC en 2021. Así, después de 9 años sin datos, contamos con información acerca de la distribución del trabajo, la inserción en el mercado laboral y la responsabilidad en las tareas de cuidado. Durante el segundo semestre del 2022 se ampliará esta publicación, con datos sobre cantidad de tiempo dedicado a cada actividad, así como su diferencias según variables como el género y el nivel socioeconómico.
Desde Grow, género y trabajo, analizamos estos datos preliminares desde una perspectiva de género.
¿Quiénes cuidan y quiénes trabajan?
En primer lugar, del informe se desprende que en la Argentina se sigue sosteniendo de forma clara una división sexual del trabajo: el 55,5% de los varones se insertan en el mercado laboral realizando actividades remuneradas, frente al 36,9% de las mujeres. Por el contrario, el 91,6% de las mujeres realizan tareas domésticas o de cuidado no remunerado, frente al 73,9% de los varones.
Las brechas se dan en todas las edades, pero el momento en donde se acentúa más esta división es en el rango entre los 30 y los 64 años. En esta franja la diferencia a favor de los varones en el trabajo remunerado es de casi 23pp; mientras que en el trabajo no remunerado la diferencia es de 19pp en perjuicio de las mujeres.
Gráfico 1. Porcentaje de inserción laboral según edad y género
Es decir que de manera notoria, durante toda la adultez –momento de mayor potencial profesional y de posibilidades de desarrollo–, los varones se ocupan de los trabajos remunerados en mayor medida que las mujeres, quienes le dedican mucho más tiempo que ellos, a las tareas domésticas y de cuidado.
En la franja que va de los 14 a los 29 años se achica a 12 pp la brecha de inserción en el mercado laboral, pero se sostiene la desigual distribución del trabajo no remunerado: lo realizan el 83% de las mujeres frente al 65% de los varones. Recién en la franja de mayores de 65 años se achica este número, aunque se mantiene cierta brecha: el 94% de las mujeres y el 83% de los varones de esa edad realizan trabajo no remunerado.
El factor educación
Otro factor que explica las diferencias tiene que ver con el nivel educativo. Y en ese sentido los resultados de la encuesta son claros: las brechas de género se achican –tanto la vinculada al trabajo remunerado como al no remunerado– entre quienes tienen mayor formación.
En lo que refiere al trabajo remunerado, la brecha es de más de 25pp a favor de los varones entre quienes no completaron su educación secundaria; mientras que este valor se reduce a 13pp entre la población que ha comenzado sus estudios terciarios (los hayan finalizado o no). Al mismo tiempo, en este sector con estudios terciarios, la brecha entre varones y mujeres que realizan trabajo no remunerado es de 10 pp, cuando en los otros niveles educativos está entre 20 y 26 pp.
Es decir que la educación genera oportunidades. Las posibilidades de desarrollo son mayores para quienes tienen acceso a estudios terciarios y universitarios. Pero esto tampoco borra las desigualdades, que son muchas veces producto de sesgos en la cultura, y transversales a todas las clases sociales.
Después de la pandemia, que puso en primer plano la centralidad de las tareas de cuidado en la vida cotidiana, estos resultados vienen a ratificar las desigualdades existentes en nuestra sociedad. Los debates actuales sobre licencias y distribución de tareas de cuidado son una oportunidad para comenzar a generar las políticas necesarias para combatir estas desigualdades. Desde Grow, género y trabajo, celebramos que estos temas estén en la agenda, y seguimos acompañando a las organizaciones para generar espacios con igualdad de oportunidades para todas las personas.
*El informe presenta datos desglosados entre varones y mujeres. Por esta razón no se presenta información acerca de personas de otras identidades de género.