. Ohlalá
Georgina Sticco reflexiona sobre la campaña Búsquedas Irreales, que realizaron sobre la base de una encuesta de Grow- género y trabajo junto a Bumeran. El 86% de las personas en Argentina, Ecuador, Chile, Panamá y Perú sintió alguna vez discriminación a la hora de buscar trabajo. ¿Cómo enfrentar este sesgo?
Aveces, responder a una búsqueda de trabajo es como intentar interpretar El Tabú, ese juego en el cual tenés que hacer que los demás reconozcan una palabra sin decir determinados conceptos. En el mundo laboral sería: ¿cómo puedo indicar que quiero trabajar con una persona joven o un varón pero sin decirlo? Quizás pueda usar frases como: que tenga fuerza, que no tenga responsabilidades de cuidado, que esté dispuesto a estar lejos de su casa, que sea un crack con la tecnología, entre otras.
Las postulaciones se han convertido en ese trabajo quirúrgico, entre quienes buscan un perfil y van dejando sus pistas en el aviso, y quienes responden, que buscan interpretar estas pistas, para saber si cumplen.
Lamentablemente, la mayoría de las personas siente que nunca encaja. Según una encuesta que realizamos desde Grow- género y trabajo junto a Bumeran, por la campaña Búsquedas Irreales, el 86% de las personas en Argentina, Ecuador, Chile, Panamá y Perú sintió alguna vez discriminación a la hora de buscar trabajo, sin distinción de género.
Discriminación laboral: las causas
Las razones por las que se sintió discriminación laboral son diversas, pero la más común, en todos los géneros, fue la edad: el ser muy joven o muy mayor (más de 45 años) juega un factor determinante a la hora de ingresar o moverse dentro del ámbito laboral.
En segundo lugar, para las mujeres les siguen razones relacionadas con el género: el ser mujer pesa el doble como factor de discriminación que el ser varón, y en el caso de cuidado de personas, hay 20 puntos porcentuales de diferencia entre mujeres y varones, en detrimento de las mujeres. El aspecto físico afecta a 1 de cada 4 personas, pero es mayor la incidencia en mujeres y personas de otras identidades que en varones.
“Soy una persona con estudios, responsable y seria; pero con un “gran defecto” para la sociedad: soy gordita. En los avisos ponen buena presencia, pero en realidad se refieren a “flacas”.” (cita de la encuesta)
Estos resultados demuestran que los estereotipos siguen vigentes, en relación a la edad, el nivel socioeconómico, la corporalidad, así como el género, y que a través de los sesgos inconscientes, es decir, la manera en que tomamos decisiones, los estereotipos se van filtrando.
Es decir, yo puedo conscientemente decir “me da lo mismo si entra una mujer o un varón”, pero al momento de la entrevista al recibir a la mujer puedo pensar “es muy jovencita, seguro que en breve quiere tener hijos” o “es muy mayor, le va a costar adaptarse”, “su cuerpo me indica que no debe cuidarse, seguro que en el trabajo no debe ser detallista”. Asumimos comportamientos de los demás sin darles una oportunidad para que nos cuenten sus historias.
“Fui a una entrevista y me preguntaron mi último período menstrual, si pensaba tener más hijos (porque claramente ellos no querían eso) y si estaba dispuesta a someterme a un análisis de sangre para verificar mi no embarazo antes del contrato.” (cita de la encuesta)
Entre algunos de los testimonios que nos dejaron quienes pasaron por la campaña, nos indicaron: “Fue shockeante leer lo que en realidad pasa aunque no esté expuesto en los anuncios”, “Me hizo sentir indignación, pero al mismo tiempo es muy real, es lo que pasa”, “Me sorprendí, pero pensé que era real, ya que anteriormente he visto cosas como: chica de buena presencia o jóven menor de 30 años”.
Con esta campaña buscamos sensibilizar a quienes están al frente de los procesos de búsqueda y selección de personas, para promover la identificación de los propios estereotipos y de los sesgos que los activan: ¿busco personas que sean similares a mí? ¿Considero que hay grupos de personas que son complejos/as y que es mejor no sumarlos? Este ejercicio de autorreflexión es la puerta para disminuir el impacto de estereotipos y sesgos, y promover espacios de trabajo más diversos e inclusivos.