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Durante mucho tiempo se pensó que los equipos más eficaces eran aquellos formados por personas con perfiles similares, que se conocían y podrían predecir cómo pensaban. Sin embargo, esta visión ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, pasando del liderazgo inclusivo al transformacional. De qué trata.
Hoy en día, la adaptabilidad y la supervivencia en un entorno dinámico exigen la formación de equipos diversos, con habilidades variadas. Desde Grow-género y trabajo reflexionamos sobre la importancia de los liderazgos comprometidos con la agenda de diversidad, equidad e inclusión (DEI), para promover las transformaciones necesarias que demandan nuestro tiempo.
El liderazgo del presente y del futuro debe ser transformacional. A diferencia del liderazgo inclusivo, que opera en un ambiente donde la diversidad ya está presente, el líder transformacional se dedica a identificar y superar las barreras, estereotipos y sesgos que dificultan la creación de un entorno verdaderamente diverso.
Este tipo de liderazgo no solo acompaña los procesos de cambio, sino que los impulsa activamente, integrando la agenda de DEI en la visión y estrategia de la organización. El objetivo es dejar atrás la percepción de la diversidad como un desafío para adoptarla como una fuente de oportunidades. Por ejemplo, según datos de la OIT, aquellas organizaciones que cuentan con mayor diversidad entre su personal, tienen un 60% más de probabilidades de mejorar su reputación y un 20% de aumentar su rentabilidad (OIT, 2019).
“Hoy vivimos en un contexto de continua transformación. Es de suma importancia que las organizaciones se adapten a estos cambios y promuevan la formación de equipos diversos, que se desarrollen en espacios de trabajo inclusivos y que brinden servicios entendiendo el valor de las diversidades”, sostiene Georgina Sticco, directora y co-fundadora de Grow-género y trabajo
Para lograrlo, es crucial entender qué acciones favorecen un entorno inclusivo y cuáles pueden resultar perjudiciales, entendiendo que no es algo estático, sino un proceso dinámico que puede ser aprendido y perfeccionado.
Cuestionar para avanzar
Profundizando en esta idea, subrayamos la importancia de que un/a líder esté dispuesto/a a repensar los sesgos inconscientes que todas las personas llevan, así cómo los estereotipos sobre los que se basan.
Estos son a menudo perpetuados por una cultura que jerarquiza y privilegia algunas identidades o características sobre otras. Son estos velos en nuestro pensamiento los que nos llevan a naturalizar la ausencia de mujeres en determinados trabajos pesados, la exclusión laboral de personas trans, o el estigma de peligrosidad que recae sobre personas racializadas.
En tanto, un/a líder transformacional cuestiona estos estereotipos y encuentra oportunidades en la inclusión de personas diversas, quienes pueden aportar experiencias únicas si el entorno en el cual se desarrollan es adecuado y desafiante.
La diversidad y la inclusión son, sin duda, claves para atraer y retener talento en el mercado laboral actual y todo indica que estos factores serán aún más determinantes en los años venideros.