Cómo impactó la recuperación de puestos de trabajo sobre las principales barreras de acceso al trabajo; cuántas mujeres pagan ganancias y bienes personales.
El último año mostró índices de recuperación de empleo, sin embargo, las desigualdades de género persisten y empujan a las mujeres a buscar oportunidades en sectores con mejor remuneración; incluso, en puestos que tradicionalmente se asociaron al trabajo masculino.
Al contrastar por género, el 39,4% de las mujeres se desempeña en trabajos informales mientras que en los varones el nivel desciende al 35,7%, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Las mujeres siguen teniendo menor tasa de actividad, mayor nivel de desocupación, sobre todo si son jóvenes, y cuando acceden al trabajo, lo hacen en empleos de menor calidad y en sectores de menor ingreso
describe el documento.
En ese sentido, refleja que en el empleo formal la brecha de ingresos fue de 16,5%, mientras que, en el mercado informal, asciende a 34,6%. Una diferencia que evidencia que además del acceso a la seguridad social, el empleo formal permite mejores ingresos y redunda en una menor brecha salarial.
¿Por qué no?
Es la pregunta que motivó a muchas mujeres a probar en mercados tradicionalmente ligados a la figura masculina y los resultados fueron sorprendentes. No sólo vencieron barreras culturales, mejoraron su ingreso y alcanzaron estabilidad económica, hasta muestran un alto nivel de productividad.
Un estudio realizado por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) y Grow- género y trabajo que recoge información de 43 empresas (46% del empleo total del sector, 63 mil puestos de trabajo) señala que la participación de mujeres representa el 18,1% de la dotación total en las organizaciones relevadas.
Si bien la proporción está por debajo del promedio de participación de mujeres, que se ubica en torno al 33% en el sector privado, aseguran que ha crecido a partir de políticas puntuales.
Aun así, todavía, cuanto más operativo es el subsector, menor es la presencia de mujeres: entre el 7% y el 9% en perforación, ingeniería y construcción versus el 32% en servicios y actividades de apoyo.
Por otro lado, validando el “techo de cristal”, el informe refleja que sólo el 15,2% de las posiciones de directorio están ocupadas por mujeres y menos del 5% de las empresas encuestadas son lideradas por una mujer.
Levantar el ingreso
El sector de petróleo y la minería, con salarios que rondan los $400.000, encabeza el ranking de mejores remuneraciones en la Argentina, según el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI, de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo).
La distancia salarial es amplia en relación al ingreso medio que ronda los $80.000 y equipara al salario al que acceden hoy, principalmente mujeres, que realizan tareas domésticas y de cuidado en casas de familia ($80.789,40, con retiro y $90.031,20 sin retiro).
En el medio, con salarios que inician en torno a los $200.000, empleos en logística, transporte, o construcción que tradicionalmente ocupaban varones, también se vuelven alternativas para las mujeres.
Constructoras
Con el objetivo de reducir las brechas y segmentaciones que componen la desigualdad en el mundo del trabajo, el Gobierno diseñó el programa “Constructoras” que funcionará a partir de la creación de un registro que se conecta con las bolsas de trabajo de todas las provincias.
La iniciativa, articulada entre las carteras de Obras Públicas, Trabajo y Desarrollo Social; la Red de Centros de Formación de la Fundación UOCRA y la cámara empresaria, CAMARCO, ofrecerá formación en albañilería, instalaciones sanitarias y eléctricas, soldadora, construcción en seco, carpintería en madera y pintura.
Además, con el foco en “garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso al mundo laboral y por esta vía lograr la autonomía económica“, se complementará con talleres de emprendedurismo, costos, ventas y asociativismo.
Las mujeres ¿facturan?
Aunque la tendencia puede estar cambiando en la nueva era, distintos informes reflejan que las políticas públicas del siglo XX han reforzado el sesgo maternalista del cuidado al no estimular la participación de los varones ni la corresponsabilidad en estas tareas.
“Las mujeres que tienen más recursos compran esos servicios, lo que acrecienta la brecha, en términos de género y socio económicos, porque impacta más sobre las mujeres y la niñez”, dijo Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) en diálogo con El Cronista y planteó que “la parte de población que más necesita derechos es la que asume compromisos de cuidado”.
Más del 90 % de estos trabajos -desde tareas domésticas, la supervisión de personas contratadas para brindar cuidados, la planificación de turnos médicos y traslados-, son realizados por mujeres: en promedio dedican 6,4 hs del día, frente a los varones que destinan 3,4 hs.
Un punto para medir la brecha en la “facturación” decanta de la participación en impuestos.
Cuántas mujeres pagan Ganancias y Bienes Personales
En ese sentido, el informe de CEPA señala que al año 2020, de las personas alcanzadas por Bienes Personales, el 34,5% corresponde a mujeres y el 65,5% a varones.
La distribución inequitativa se amplía aún más si se considera el valor de los bienes en posesión dado que, del total declarados, el 72% correspondían a varones, mientras que las mujeres poseían el 28% restante.
En relación a Ganancias, durante el período fiscal 2020, las declaraciones juradas presentadas alcanzaron 902.686 casos, de las cuales 631.193 corresponden a varones (69,9%), mientras que 271.493 pertenecen a mujeres (apenas un 30,1%).
Por último, en cuanto a los ingresos gravados, los varones explican un 76,2% mientras las mujeres apenas un 23,8%.
En el arco legislativo, existe consenso “como definición de principios”, incluso distintas fuerzas políticas presentaron iniciativas para compensar el tiempo que las mujeres destinan a trabajo no remunerado.
En 2022, el Presidente, Alberto Fernández, presentó el proyecto de ley Cuidar en igualdad, pero no recibió ningún tratamiento en Comisiones.